Capítulo 9: Teoría del manejo del tiempo

El tiempo es un concepto filosófico popular. Puede que hayas escuchado algunas de las siguientes expresiones:

• El tiempo vuela cuando te estás divirtiendo.
• Eso es una pérdida de tiempo.
• El tiempo es oro.
• Tenemos todo el tiempo del mundo.
• Esa fue una muerte prematura.
• El tiempo tiene la razón.
• El tiempo cura todas las heridas.
• Más vale tarde que nunca.

Tómate un minuto para considerar estas preguntas acerca del tiempo:

1. ¿Qué significan estas expresiones para ti?
2. ¿Cuáles son algunas de tus expresiones favoritas acerca del tiempo?
3. ¿Cuál es tu relación con el tiempo? ¿Generalmente llegas temprano, a tiempo, o tarde?
4. Te encuentras a menudo diciéndote “ojalá tuviera más tiempo”. ¿Estás satisfeche con tu relación con el tiempo o te gustaría cambiarla?
5. ¿Cuáles son tus valores culturales y familiares en relación con el tiempo?

¿Cómo distribuyo mi tiempo?

La mayoría sabemos que hay 24 horas en un día, pero cuando pregunto a les estudiantes cuántas horas hay en una semana, la mayoría no sabe la respuesta. Hay 168 horas en una semana (24 horas multiplicadas por siete días). No considero imperativo que les alumnes lo sepan, pero es importante cuando comenzamos a entender cuánto tiempo tenemos en una semana, cómo queremos pasarlo y cómo realmente lo pasamos.

Un desafío para muches estudiantes es la transición en la estructura de la preparatoria a la de la universidad. En la primera, pasan una buena parte de su tiempo en clase (aproximadamente 30 horas por semana), mientras que en la segunda pueden pasar solo un tercio de ese tiempo (aproximadamente 12 horas por semana). Además, a les estudiantes de universidad se les asigna mucha más tarea. Piensa cuántas veces une de tus profesores de preparatoria te dio algo para leer durante la clase. En la universidad, les estudiantes tienen que leer más y la expectativa es que lo harán fuera de las clases.

Esto puede crear desafíos para les que están tratando de equilibrar muchas responsabilidades. ¿Cómo puedes apartar tiempo para tus “deberes invisibles” como la tarea, la lectura, y el estudio para los exámenes?

Recomendaciones de horas (por semana)

Trabajo	Créditos	Tiempo de estudio	Total
40	6	12	58
30	9	18	57
20	12	24	56

Uso esta tabla frecuentemente en citas de consultoría psicológica, clases, y orientaciones. Es una guía para que les estudiantes tengan una idea de cuánto tiempo dedican al trabajo y a la escuela; también es lo que les expertes recomiendan para un número específico de horas de labores en relación con un número de créditos. Me gusta preguntar a les estudiantes cómo se desarrolla su semana: siempre conocen sus horas de trabajo y de clase. Es fácil colocar esta información en un horario o calendario porque ya está determinada. Pero el tiempo de estudio es la única área que sistemáticamente dejan de lado en la agenda. Se requiere de iniciativa para incluirlo en las semanas generalmente llenas y de disciplina para respetarlo. Aquí hay un consejo: escribe en tu agenda o calendario tus horas de estudio. Encuentra un lugar en el campus donde podrías dedicarte a ellas (la biblioteca o el centro de estudiantes, por ejemplo). De esta manera, tendrás un tiempo y un lugar dedicado a terminar tu trabajo fuera de la clase. Es importante crear una rutina porque es fácil saltarse una sesión o pensar “lo haré después”. Mientras es posible que haya consecuencias inmediatas si no te presentas a trabajar, aparentemente, no hay ninguna si no estudias el martes de 3 a 4 p.m., por dar un ejemplo. Sin embargo, las consecuencias podrían venir más tarde si no repones esas horas.

Para tener éxito en la universidad, a les estudiantes se les sugiere ampliamente que le dediquen, aproximadamente, dos horas de estudio por cada hora que pasan en clase.^[1] Por lo tanto: si estoy tomando una clase que se reúne los lunes y miércoles de 4:00 a 5:30 p.m. (tres horas por semana), entonces, fuera de clase debería de estudiar durante seis horas. Cabe aclarar que esta cantidad de horas es una sugerencia y no una regla. Tal vez necesites dedicar más tiempo de lo recomendado si estás estudiando para una materia difícil, te has atrasado, o estás tomando cursos intensivos de corta duración. Esto será definitivamente cierto si estás tomando una clase de Física, por ejemplo —como el aprendizaje de la física a mí me resulta difícil, es posible que yo tuviese que dedicarle tres o cuatro horas de estudio por cada hora de clase. O también puede ser que debas/necesites estudiar más de lo recomendado si quieres obtener mejores calificaciones. Por el contrario, quizá necesites dedicarle menos tiempo al estudio si la clase te resulta fácil —como la Sociología para mí— o si no te asignan mucha tarea.

Ten en cuenta que 20 horas de trabajo por semana es lo máximo recomendado para les estudiantes de tiempo completo que cursan 12 créditos por semestre. Para les que trabajan de tiempo completo (40 horas por semana) no se recomiendan más de 6 créditos. El total de horas es también una categoría importante. Les estudiantes comienzan a encontrar dificultades cuando su total de horas, incluyendo el trabajo y la escuela, excede las 60 por semana. La cantidad de sueño disminuye, el estrés se incrementa, sus calificaciones se ven afectadas, el rendimiento laboral disminuye, y elles suelen estar poco contentes.

¿Cómo pasas las 168 horas de tu semana?

• Cuidado de les niñes
• Clase
• Servicio comunitario/trabajo voluntario
• Transporte/traslado
• Comidas/preparación de comidas
• Ejercicio
• Familia
• Amistades
• Labores de la casa y de crianza de les niñes
• Internet/medios sociales/teléfono/mensajería
• Fiesta
• Recreación/tiempo libre
• Relaciones
• Sueño
• Espiritualidad/oración/meditación
• Estudio
• Videojuegos
• Televisión o películas, Netflix, YouTube
• Trabajo/carrera

También hay que considerar el tiempo que le toma a les estudiantes ajustarse a la cultura, la terminología, y las políticas de la universidad. Pueden necesitar aprender o reaprender a aprender y, algunes, pueden requerir aprender lo que necesitan saber. La información que precisarás es más de lo que se enseña en las clases; por lo tanto, es importante que le dediques espacio mental a estas experiencias de aprendizaje. Por ejemplo: les que van a la universidad por primera vez, quizás tengan que aprender sobre las expectativas de ser estudiante, dónde están los salones, los horarios, y las ubicaciones de los edificios. Por su parte, les estudiantes de último semestre, tal vez, necesiten aprender cómo hacer una solicitud para un título, cómo confirmar que tienen todos los requisitos para alcanzar su objetivo, o la información de graduación. Sea lo que sea que les estudiantes necesiten, llevará tiempo.

Tiempo fijo vs. tiempo libre

A veces ayuda dividir tu tiempo en dos áreas: fijo y libre. El primero es el que has comprometido a cierta área: escuela, trabajo, religión, recreación, o familia. No hay un tiempo fijo correcto o incorrecto y el de cada quién es diferente pues algunas personas tendrán más que otras. El segundo es simplemente eso: tiempo libre. Puede ser usado como quieras: lo tienes disponible para las actividades que disfrutas. Una persona puede trabajar de 9 a.m. a 2 p.m., tener clase de 3:00 a 4:30 p.m., cenar con su familia de 5 a 6 p.m., estudiar de 6 a 7 p.m. y tener tiempo libre de 7 a 9 p.m.

Echa un vistazo a una semana típica para ti:

• ¿Cuánto tiempo fijo tienes?
• ¿Cuánto tiempo libre tienes?
• ¿Cuánto tiempo fijo y cuánto tiempo libre te gustaría tener?

Identificar, organizar, y priorizar los objetivos

El tiempo presenta el desafío universal de tener cosas que queremos hacer y no tener suficiente tiempo para hacerlas. Mira este video acerca de cómo deberías priorizar tu tiempo en la universidad.

 

Hablo frecuentemente con estudiantes que tienen aspiraciones, sueños, objetivos, y cosas que quieren realizar. De manera similar, les pido que hagan una lista de sus intereses al principio de cada una de mis clases y nunca es una lista corta. Pero a menudo también hablo con algunes que están desalentades por la cantidad de tiempo que les toma completar un objetivo (terminar su educación, alcanzar su objetivo profesional, comprar una casa, casarse, etc.). Y cada semestre hay quienes abandonan las clases porque les ha tomado mucho tiempo o no son capaces de mantenerse al corriente con su trabajo de clase porque tienen otros compromisos e intereses. Y no hay nada malo en reconocer que tienes otras responsabilidades e inclinaciones, al contrario, llevarlas a cabo te puede traer alegría y satisfacción ¿pero representan un obstáculo para tus objetivos educativos? Por ejemplo: si quieres abandonar una clase porque necesitas cirugía, cuidar a un familiar enferme, o tu jefe ha incrementado tus horas de trabajo, pueden ser razones válidas e importantes para hacerlo. Si vas a abandonar una clase porque quieres dedicarte a mirar series en Netflix o pasar más tiempo en TikTok, Facebook, Twitter, o Instagram, quizás sea más difícil de justificar pero sigue siendo tu decisión. A veces, les estudiantes no se dan cuenta del poder que tienen sobre las decisiones que toman y cómo estas pueden afectar su capacidad para alcanzar los objetivos que se proponen.

Yo no soy la excepción: tengo una larga lista de cosas que quiero hacer hoy mismo, mañana, la próxima semana, el próximo mes, el próximo año, y en mi vida. Tengo muchas cosas más en mi lista por terminar que el tiempo que tendré para vivir.

Planificación educativa

Enfocarte en tu plan educativo te puede ayudar a definir prioridades en la forma de equilibrar la universidad, el trabajo, y la familia.

Los planes educativos desarrollados con une consejere académicx ayudan a les estudiantes tanto a determinar como a explorar un programa de estudio y han demostrado ser útiles para su éxito.^[2]

Les estudiantes pueden seguir los planes educativos como un mapa para ver cómo completar las clases requeridas en el orden más eficiente y lógico basado en sus objetivos.

La planeación educativa puede parecer simple: identificar el programa de estudio y después entender qué cursos se requieren para completarlo.

Sin embargo, la planeación educativa puede ser muy compleja. Muches estudiantes tienen múltiples objetivos y algunos de estos pueden estar mejor definidos que otros. Une alumne puede tener más de uno de los siguientes intereses: adquirir varios títulos, transferirse a una universidad o a un colegio de cuatro años, prepararse para la escuela de posgrado, comenzar una especialidad menor, completar los requisitos para varias escuelas de transferencia.

Les estudiantes también tienen diferentes fortalezas. Unes pueden ser fuertes en el inglés; otres, en las matemáticas. Algunes pueden ser excelentes en las ciencias, las artes, las humanidades, o las ciencias sociales. La planeación educativa toma estas fortalezas (y debilidades) en consideración. Se motiva a les estudiantes a tomar Inglés o Matemáticas en etapas tempranas ^[3], ya que las estadísticas muestran que así tendrán más éxito. Sin embargo, el orden de los cursos a tomar podría variar incluso si les estudiantes tienen el mismo objetivo puesto a que existen otros factores que considerar en una planificación educativa eficaz. Tal es es caso de: las evaluaciones de los expedientes académicos (si han asistido a colegios o universidades anteriormente), la evaluación de los niveles adecuados de Inglés o Matemáticas, y los procedimientos de autorización de prerrequisitos.

La planeación educativa se puede complicar aún más por la disponibilidad de los cursos que un colegio o una universidad ofrece, el proceso a través del cual une estudiante se puede registrar en ellos, y las secciones que encajan en su calendario. Cuando escojas clases, trata de elegirlas en bloques para que puedas tener periodos más sólidos de trabajo y de estudio. Por ejemplo: intenta programar todas tus clases los martes y jueves para que tengas días libres para hacer tu trabajo, escribir una tarea, estudiar para un examen. También debes intentar mezclar clases que requieran mucho trabajo con otras menos exigentes. Pregúntale a tu consejere académicx o a tus compañeres acerca de qué clases o profesores recomiendan. Equilibrar los cursos más fáciles con los más difíciles puede ser útil para mantener un buen promedio de calificaciones y, a su vez, ayudarte a que los requisitos para tu titulación, transferencia, o programas específicos también se tengan en cuenta en la planificación educativa.^[4]

Finalmente, les estudiantes tienen diferentes prioridades. Algunes quieren terminar sus objetivos en un periodo específico. Otres pueden tener trabajos de tiempo completo y tomar menos créditos cada semestre. La planificación educativa también puede tomar en cuenta los intereses, las habilidades, los valores, la personalidad, o las referencias de apoyo de le estudiante.

Está bien no saber qué carrera quieres realizar cuando empiezas la universidad, pero sugiero que investigues con cuidado tus opciones y las reduzcas a una lista de dos o tres posibilidades. Hablar con une consejere académicx, visitar el centro de carreras, o tomar una clase para tener éxito en la universidad, te puede ayudar con tus decisiones.

El mapa muchas veces se ve así:

Debido a la compleja naturaleza de la planificación educativa, une consejere académicx puede ser de gran ayuda para les estudiantes asistiéndoles en la creación de un plan educativo específico para cada une. Si no lo has hecho todavía, recomiendo que te encuentres con une consejere y que continúes haciéndolo de manera frecuente (una vez por semestre si es posible).

En resumen, conforme examinas tu plan académico, toma en cuenta estas consideraciones:

• ¿Cuáles son tus objetivos universitarios a corto y a largo plazo?
• ¿Qué clases necesitas tomar para alcanzar estos objetivos?
• ¿Cómo puedes crear una estrategia para tu horario escolar?
  • ¿En qué días y a qué hora son tus clases?
  • ¿Tus clases están en el mismo campus o en otros?
  • ¿Tienes una buena mezcla de clases fáciles y difíciles?
  • ¿Estás mezclando clases obligatorias con otras que sean divertidas, que te gusten, o que te permitan explorar?
• ¿Has apartado tiempo para otros requisitos además de los de la escuela?

Cómo empezar a alcanzar tus objetivos

Sin objetivos, no estamos segures de lo que estamos tratando de conseguir y no tenemos manera de saber si estamos consiguiendo algo. Si ya tienes un plan de fijación de objetivos que te funciona bien, consérvalo. Si no tienes objetivos o tienes dificultad para alcanzarlos, te invito a que intentes esto:

Paso 1: Hacer una lista de todas las cosas que quisieras realizar mañana. Aquí hay un ejemplo de una lista de cosas por hacer:

•     Ir a la tienda a comprar comida
•     Ir a clase
•     Pagar los servicios
•     Hacer ejercicio
•     Medios sociales
•     Estudiar
•     Almorzar con amigues
•     Trabajar
•     Ver televisión
•     Mandar mensajes a les amigues

Tu lista puede ser similar o completamente diferente a esta. Es tuya y puedes hacerla como quieras. No te preocupes por la longitud o el número de cosas en ella. Ahora tienes el marco de lo que quieres lograr mañana. Guarda esa lista. La utilizaremos de nuevo.

Paso 2: Ahora echa una mirada a la próxima semana, mes, y año. Haz una lista de lo que te gustaría conseguir en cada uno de esos periodos. Si quieres ir a esquiar, viajar a Europa, o conseguir un título de licenciatura, escríbelo. Pon atención a los detalles. Entre más detalles tengan tus objetivos, mejor. Hazte esta pregunta: ¿qué es necesario para alcanzar tus objetivos?

Paso 3: Con esas listas terminadas, toma en consideración cómo se crean los mejores objetivos. Una estrategia llamada “SMART” (por sus siglas en inglés) te puede ayudar a aplicar criterios para tus objetivos. SMART es un acrónimo para “específico” (Specific), “medible” (Measurable), “alcanzable” (Attainable), “realista” (Realistic) y “oportuno” (Timely). Ve este video:

Después de ver el video, revisa tu lista. ¿Tus objetivos reflejan la estrategia SMART? Por ejemplo, un objetivo general puede ser: “Alcanzar una ‘A’ en mi clase de Anatomía”. Pero un objetivo más específico, medible, y oportuno podría ser: “Programaré y estudiaré por una hora cada día en la librería de 2 a 3 p.m. para poder conseguir una ‘A’ en mi clase de Anatomía y lograr mi admisión en la escuela de enfermería”. Que los objetivos sean alcanzables o realistas puede variar de una persona a otra.

Paso 4: Ahora revisa tus listas de cosas que quieres conseguir en la próxima semana, mes, y año, aplicando la estrategia SMART. Los mejores objetivos suelen crearse con el tiempo y a través de un proceso que implica más de un intento. Ten en cuenta que estos no tienen que estar escritos en piedra, pueden cambiar. Y debido a que las cosas cambian con el tiempo, tus objetivos también deben hacerlo.

Organizar los objetivos

Ubica todos tus objetivos, planes, proyectos, e ideas en un solo lugar. ¿Por qué? Porque previene la confusión. A menudo estamos haciendo más de una cosa y puede ser más fácil distraerse o perder de vista uno o varios objetivos si no tenemos acceso a ellos fácilmente. Crea un cuaderno de objetivos, un cartel, una carpeta en tu computadora —organízalos de la manera que mejor te funcione— pero asegúrate de que están organizados y en un solo lugar.

Utiliza la tecnología a tu favor

Ahora existen programas y aplicaciones que ayudan tanto a la organización como a la productividad. Echa un vistazo a Evernote, One Note, o Stickies. El calendario y las tareas de Google también pueden ser útiles.

En ocasiones, usar una nueva herramienta tecnológica puede ser útil pero, a veces, implementarla y aprenderla a utilizar te pueden distraer. Puede que el uso de una agenda de papel o de notas adhesivas en la computadora sea lo más eficaz para ti. Cuando consideres una nueva tecnología que te ayude a organizar, piensa en las herramientas que ya usas. ¿Ya tienes un calendario en tu teléfono o uno asociado con tu cuenta de Gmail?

Divide los objetivos en pequeños pasos

Realizo esta pregunta a mis estudiantes: ¿Si hoy decidiéramos que nuestro objetivo es correr un maratón y mañana saliéramos a correrlo, ¿qué pasaría? Les estudiantes responden (en tono de broma): “Moriría” o “No podría hacerlo”. ¿Pero por qué? Porque tal vez necesitemos entrenamiento, zapatos para correr, apoyo, conocimiento, experiencia, y seguridad —a menudo esto no se puede hacer de un día para otro.

Un objetivo académico puede ser obtener una “A” como calificación del ensayo de medio semestre para la clase de Escritura. Los pequeños pasos pueden incluir el esbozo de ideas o argumentos principales, investigar tu tema, escribir dos párrafos, expandir los párrafos, visitar un servicio de apoyo para la escritura, que una amistad te revise el ensayo, correcciones. En lugar de darte por vencide y pensar que es imposible porque la tarea es demasiado grande, es importante desarrollar pasos o tareas más pequeñas que puedan iniciarse y realizarse inmediatamente. Una vez que todos los pasos sean completados, estarás en camino de lograr tus grandes objetivos.

¿Qué pasos necesitas para alcanzar los siguientes grandes objetivos?

• Comprar una casa
• Encontrar una pareja de largo plazo
• Obtener un título de licenciatura
• Destruir la Estrella de la Muerte de Star Wars

Prioriza tus objetivos

¿Por qué es importante priorizar? Veamos la lista de ejemplos. Si paso todo mi tiempo terminando las primeras siete cosas de la lista pero las últimas tres son las más importantes, entonces, no he priorizado bien.

Hubiera sido mejor priorizar la lista después de crearla y trabajar primero en las cosas que son más importantes. Te sorprendería saber cuántos estudiantes no establecen prioridades.

Después de priorizar, la lista se ve así:

• Ir a clase
• Trabajar
• Estudiar
• Pagar los servicios
• Hacer ejercicio
• Almorzar con amigues
• Ir a la tienda a comprar comida
• Enviar mensajes de texto a les amigues
• Medios sociales
• Ver televisión

Una manera de priorizar es darle a cada tarea un valor, por ejemplo: A= tarea relacionada con los objetivos; B= importante; C= puede posponerse. Entonces, puedes planear tu día con el tiempo que tienes disponible y trabajar primero en tus objetivos clasificados como A. En la lista de abajo verás que los objetivos ya tienen las etiquetas ABC. También te darás cuenta de que algunas cosas han cambiado de posición de acuerdo a las etiquetas. Hay que tener en cuenta que cada persona clasificará de forma distinta porque todes tenemos diferentes metas y actividades que consideramos importantes. No hay nada correcto e incorrecto en este caso, pero es primordial saber qué es importante para ti, y cómo pasarás la mayoría de tu tiempo con esas actividades.

A Ir a clase

A Estudiar

A Hacer ejercicio

B Trabajar

B Pagar los servicios

B Ir a la tienda a comprar comida

C Almorzar con amigues

C Enviar mensajes de texto a les amigues

C Medios sociales

C Ver televisión

Haz las cosas más importantes primero

No tienes que ser une experte en ciencias para darte cuenta de que pasar tu tiempo en la tarea “C” en lugar de la tarea “A” no te permitirá alcanzar tus objetivos. Las cosas más fáciles y las que toman la menor cantidad de tiempo para hacer, son, a menudo, las que la gente hace primero. Revisar Facebook o mandar mensajes de texto solo toma unos minutos, pero hacerlo antes de estudiar significa que estás pasando tiempo con una actividad “C” antes que con una actividad “A”.

A las personas les gusta palomear las cosas que ya han hecho. Se siente bien. Pero no hay que confundir la productividad con la realización de tareas que no son importantes. Puedes tener una larga lista de cosas que has terminado, pero si no son importantes para ti, probablemente no has usado tu tiempo de la mejor manera.

Mucha gente usa una versión de la “matriz de la gestión del tiempo”. Se dice que esta herramienta fue desarrollada por el presidente de los Estados Unidos Dwight Eisenhower, pero fue popularizada en un libro llamado 7 Habits of Highly Effective People, de Steven Covey. Echa un vistazo a la matriz y a los cuadrantes e identifica en cuál encajan tus actividades.

Cuadrante I (El cuadrante de la necesidad): Importante y urgente

Aquí solo deben estar las actividades de crisis. Si has incluido exámenes y ensayos aquí, probablemente no estás dándote suficiente tiempo para prepararte. ¡Si continúas a este ritmo te vas a agotar!

Cuadrante II (El cuadrante de la calidad y el liderazgo personal): Importante pero no urgente

Aquí es donde defines tus prioridades. ¿Qué es importante en tu vida? ¿Qué te mantendrá en equilibrio? Por ejemplo, tal vez sepas que la buena nutrición, el sueño, la recreación, y el mantener relaciones sociales sanas es importante, pero ¿les dedicas tiempo de manera consciente en tu rutina diaria o semanal? Aquí es donde tal vez la escuela encaje. ¿Dónde es que encaja, dentro de tus prioridades generales, el tiempo para la clase, la tarea, el estudiar, las lecturas requeridas, y prepararse para los exámenes? El cuadrante II incluye tus objetivos “A”. Gestionar tu estilo de vida te ayudará a manejar tu tiempo.

Cuadrante III (El cuadrante del engaño): No importante pero urgente

Aunque pienses que actividades como los mensajes de texto necesitan tu atención inmediata, el pasar mucho tiempo en el cuadrante III puede reducir de manera significativa tu valioso tiempo de estudio. Esto puede hacerte sentir que estás siendo estirade en muchas direcciones al mismo tiempo.

Cuadrante IV (El cuadrante del desperdicio): Ni importante ni urgente

Los cuadrantes tres y cuatro incluyen tus objetivos “C”. Si estás pasando muchas horas en las actividades del cuadrante IV ¡o te diviertes mucho o pasas mucho tiempo procrastinando! Recuerda, el objetivo es el equilibrio. Te habrás dado cuenta de que ubiqué los medios sociales y los mensajes de texto en esta categoría. Podrías argumentar que los medios sociales, los mensajes de texto, Netflix, y YouTube son importantes, pero ¿con qué frecuencia son urgentes? En última instancia, eres tú quién decide qué es importante y urgente para ti misme, pero para el contexto de este libro, tus clases, tareas, preparación, y estudio deberían ser más urgentes e importantes que los medios sociales y los mensajes de texto.

Aquí hay una versión adaptada de la matriz, con énfasis en el cuadrante II.

Conclusión

Gestionar bien el tiempo conlleva dos cosas. Una es identificar (y entonces priorizar) objetivos, y la otra es tener disciplina para poder trabajar en su consecución. Todes tenemos la misma cantidad de tiempo en un día, semana, mes, y año; sin embargo, algunas personas son capaces de lograr más que otras. ¿Por qué sucede esto? A menudo es porque podemos establecer objetivos, priorizarlos, y después trabajar en ellos implacable y efectivamente hasta que los alcanzamos.