Capítulo 13: Habilidades de lectura

Las clases de universidad se distinguen por asignar muchas lecturas y puede ser difícil saber por dónde comenzar y cómo manejarlas. Además, los textos académicos pueden ser particularmente difíciles: a menudo usan un lenguaje muy denso y un vocabulario muy específico de la disciplina, entonces, puedes encontrarte leyendo la misma oración una y otra vez sin realmente entender su significado. Lo más importante es recordar que está bien sentirse abrumade por las lecturas de nivel universitario, ¡la mayoría se siente así! Este capítulo te dará algunas estrategias para manejar tu carga de lecturas y para sacar el mayor beneficio de cada tarea.

Algunos términos clave en este capítulo:

• Lectura rápida: Leer por encima para identificar la idea principal. Echar un vistazo a la página y tratar de captar la idea general del texto.
• Escanear: Leer por encima, pero buscando información específica como palabras en negrita o cursiva. Si tienes una pregunta en mente, puedes buscar la respuesta identificando palabras y frases que coincidan con las de la pregunta.
• Notas al margen: Son notas que tomas en el espacio en blanco que hay al lado del texto. Pueden ser preguntas, recordatorios para ti misme, u otro tipo de notas. Más adelante, en este mismo capítulo, hablaremos con más detalle de las notas al margen.

¿Por qué estás leyendo?

Esta es una pregunta importante porque la razón determinará el cómo lees. Por ejemplo: ¿estás leyendo para obtener información general, para participar en una discusión en el aula, o para una discusión en línea? ¿Estás leyendo como estudio para un examen? ¿Estás leyendo para escribir un ensayo?

Si estás leyendo para obtener información general, tu propósito principal es entender el contexto y los argumentos de un texto. Si tienes mucho tiempo, puedes leer el texto con calma haciendo notas cada vez que observes puntos interesantes.

Si no tienes mucho tiempo, puedes leer con cuidado la introducción y la conclusión, después, hacer una lectura rápida de los encabezados de cada sección, y pasar algo de tiempo mirando las imágenes o los gráficos. También puedes prestar atención a las palabras en negritas o en itálicas pues suelen ser términos clave en el texto. Si estás leyendo un libro de texto, revisa las preguntas de comprensión o discusión al final del capítulo y, después, busca en el resto del capítulo las respuestas a estas preguntas.

Si estás leyendo como estudio para un examen, tu propósito principal es memorizar o retener la información que lees. En este caso, necesitarás reservar tiempo para leer con más cuidado. Puedes tratar una técnica de estudio específica como SQ3R (por sus siglas en inglés), que significa: Explora, Pregunta, Lee, Recupera y Repasa.

• Inspecciona: Haz una lectura rápida del texto.
• Pregunta: Piensa en preguntas que quieras hacerle al texto o, mejor aún, encuentra las preguntas al final de cada capítulo/unidad y úsalas como apoyo para el repaso.
• Lee: Lee el texto y enfócate en identificar las respuestas a tus preguntas.
• Recita: Repite la información del texto a ti misme (a través de notas) o con un compañere de estudio, explicándose une a otre. No uses exactamente las mismas palabras o párrafos. Trata de hacerlo más simple, como si estuvieran enseñándose la información básica une a otre.
• Revisa: Asigna una hora y un día para revisar la información, después, regresa a ella. Repasa la información, al menos, dos veces antes del examen. También puedes practicar recitando la información para ayudar a que se te quede grabada.

Si estás leyendo para escribir un ensayo, es probable que necesites leer el texto varias veces. Primero, léelo para obtener información general. Después, cuando hayas hecho un esbozo de tu ensayo, lee el texto otra vez y destaca las ideas que apoyen tus argumentos. Puedes usar diferentes colores para destacar cada punto que quieras hacer. Aprovecha las instrucciones de la tarea dividiéndolas en partes como preguntas y términos clave.

¿Qué estás leyendo?

Leer literatura de ficción, un artículo académico, un libro de texto, o un artículo de periódico requerirá diferentes estrategias de lectura. Probablemente leas muchos libros de texto, pero también leerás diferentes tipos de textos en otras clases. ¡Algunos son más fáciles que otros!

Difíciles de leer: artículos académicos, textos y documentos históricos, textos o ensayos filosóficos

Los textos más difíciles de leer suelen ser los que no fueron pensados para estudiantes. Están escritos para otres expertes en la disciplina o pueden ser documentos antiguos que expresan ideas en maneras que pueden ser difíciles de entender. Puede ser que te frustres al leer este tipo de textos por primera vez, así que te recomiendo que intentes encontrar la idea principal en la introducción, la conclusión, o los encabezados. En la mayoría de los casos, los textos más difíciles también son los más discutidos en clase.

• Intenta pensar en un par de preguntas que te ayudarían a entender el significado principal del texto que se te ha asignado.
• Usa esas preguntas en pequeños grupos o en discusiones de clase. Si estás muy nerviose o avergonzade para hacerlas, puedes discutirlas con tu profesore en sus horas de oficina.

Más fáciles de leer: artículos de periódicos y de revistas, libros de texto

Generalmente, los artículos de periódico y de revistas no son escritos pensando en estudiantes; pero sí en el público general, lo que significa que deben ser más sencillos de leer. Los libros de texto sí fueron escritos para estudiantes y si bien en ocasiones, el contenido puede ser difícil de comprender, éste suele estar dividido en secciones más cortas, con ilustraciones, ejercicios, y preguntas de comprensión. Enfocarse en estas herramientas de estudio puede ayudarte a entender mejor el material.

¿Cómo lees?

Cuando estés leyendo, es importante que seas une participante active en el material. Puedes hacerlo tomando notas al margen e involucrándote con el material de diferentes maneras.

• Notas al margen: Escribir notas en los márgenes para ti misme es una buena manera de “tener una conversación” con el texto que estás leyendo. Algunos estudios han encontrado que tomar notas es una mejor manera de recordar la información que el subrayar párrafos en un texto. Subrayar párrafos puede ser útil también pero, a veces, es fácil subrayarlos y olvidarlos. Trata de tomar notas acerca de por qué pensaste que un pasaje en particular fue importante o interesante.
• Diccionarios: Cuando estés leyendo, no te sientas mal de buscar una palabra en un diccionario (puede ser conveniente tener un diccionario físico o en línea a la mano). A menudo, los sitios internet de las bibliotecas tienen enlaces a muy buenos diccionarios. Estos pueden ser más fáciles de usar porque no tienen anuncios que distraen y son gratuitos para les estudiantes.
• YouTube: Si estás muy confundide acerca de algo, búscalo en YouTube o en alguna plataforma similar. Internet está lleno de videos que explican casi todos los conceptos y todas las lecturas difíciles que se han asignado a les estudiantes.
• Lee con alguien más: ¡Lee con un grupo! Cuando hayas terminado un capítulo, resúmanlo juntes. Háganse preguntas e intenten identificar cuáles fueron los puntos o argumentos más importantes.
• Lee en voz alta. Hablar o susurrar al leer te ayudará a enfocarte. Esto toma más tiempo, pero ayuda a mejorar la concentración si te sientes distraíde. También puedes escuchar tus textos utilizando una aplicación de conversión de texto a voz como Natural Readers (https://www.naturalreaders.com/) o Voice Dream Reader (https://www.voicedream.com/).