Introducción
Norma Cárdenas
El estereotipo de le estudiante de universidad “tradicional”, según la mayoría de las películas populares y los folletos universitarios, es el de une joven blancx entre 18 y 24 años que vive en el campus. Este estereotipo ha tenido diversos efectos negativos en les estudiantes universitaries históricamente subrepresentados haciendo que sea menos probable que perciban la universidad como algo que se puede alcanzar. La imagen de la universidad comunitaria suele percibirse como un escenario de comedia y no como la universidad “real”. La universidad comunitaria se ve como algo inadecuado para el trabajo profesional de salarios altos. Del mismo modo, les estudiantes de colegios comunitarios suelen ser percibidos como estudiantes de “segunda categoría”, lo que influye en la decisión de les estudiantes de asistir a dicho tipo de colegios. A través de tu experiencia, descubrirás que en la educación postpreparatoria, los colegios comunitarios crean oportunidades y ofrecen una educación de alta calidad a la comunidad.
Les estudiantes de universidad no tradicionales han desmentido el mito de que la universidad es solo para las personas blancas, jóvenes, y de clase media. Durante mucho tiempo, los criterios de admisión en las universidades selectivas eran un sistema de control de acceso para que les estudiantes de élite solicitaran, entraran, y pagaran por esas universidades. El escándalo de las trampas y sobornos dentro de las universidades en 2019 puso de manifiesto las ideas erróneas sobre la riqueza y el mérito en las universidades de élite. Es necesario reflexionar sobre el acceso, la riqueza, y el éxito de este injusto sistema. Históricamente, a les estudiantes de minorías subrepresentadas se les ha negado el acceso a las instituciones de educación superior de élite a pesar de ser dignes y capaces. Menos de la mitad del 1% de les hijes de la quinta parte más pobre de las familias estadounidenses asisten a las universidades de élite. Por el contrario, la matrícula en los 3,250 colegios comunitarios y universidades de cuatro años con menor financiación es de un 43% de negrxs e hispanes (The Washington Post: Se habla mucho de cambiar las admisiones universitarias tras el escándalo de Varsity Blues, pero puedes esperar sentade).
A medida de que el perfil de le estudiante de universidad cambia, les adultes jóvenes con pocas responsabilidades aparte de la universidad se están convirtiendo en un grupo demográfico cada vez más reducido en muchos campus. Los campus universitarios de hoy en día están cada vez más llenos de estudiantes no tradicionales, de 25 años o más, con responsabilidades más allá de las aulas. No se trata de estudiantes que pasan directamente de la escuela preparatoria a la educación superior. Muches son estudiantes universitaries de primera generación cuyos padres no asistieron a la universidad y a quiénes no se les ha proporcionado información de primera mano sobre el funcionamiento interno de esta. Además de la información básica que rodea a la universidad, les estudiantes de universidad no tradicionales necesitan ayuda para entender los aspectos de los sistemas universitarios y navegar por la cultura centrada en les jóvenes.
Les estudiantes de universidad no tradicionales son más diverses y tienen obligaciones tanto laborales como familiares. Las mujeres estudiantes, les estudiantes de color, les padres y madres estudiantes, les estudiantes que trabajan, les estudiantes de universidad de primera generación, les estudiantes indocumentades/DACA, las familias con estatus migratorio mixto, les estudiantes queer, les estudiantes con capacidades diferentes, les que cursan especialidades STEM, les estudiantes que regresan, les estudiantes veteranes, y les estudiantes con identidades sociales interseccionales muestran que les estudiantes de universidad no comparten una experiencia universal. Aunque las experiencias vividas y las perspectivas de les estudiantes de universidad no tradicionales pueden percibirse como ventajas, las universidades no se han puesto al día con los cambios demográficos de sus estudiantes.
Comúnmente, les estudiantes de último año de preparatoria reciben apoyo de preparación para la admisión a la universidad. Desde las visitas a las universidades, la asistencia a los talleres para ir a la universidad, la preparación para los exámenes, el entrenamiento para el proceso de solicitud de ingreso a la universidad, la elección de la universidad, y el proceso de transición, estes estudiantes están mejor preparades para el éxito universitario. Para algunes estudiantes, existe una brecha entre los requisitos de graduación de la escuela preparatoria y los estándares de preparación para la universidad, la educación, y la formación profesional. Infravalorados y desatendidos, les estudiantes no-tradicionales no tienen acceso a orientación ni a recursos para ir a la universidad en sus escuelas preparatorias. El lenguaje complicado, las políticas confusas, el laberinto de oficinas y programas, así como el aislamiento cultural, hacen que la universidad parezca algo que no se merecen. Mientras que les estudiantes de universidad no tradicionales luchan contra la confusión, la experiencia universitaria pone de manifiesto las diferencias y el escepticismo acerca de su lugar en la universidad.
¿Qué hace a une estudiante no-tradicional?
El término “estudiante de universidad” ya no es exclusivo de le joven tradicional de entre 18 y 24 años. El término “no tradicional” es un término erróneo, ya que la mayoría de les estudiantes universitarios se desvían del camino tradicional. Une estudiante de universidad no tradicional pueden definirse en términos generales por tener una o más de las siguientes características:
- Tiene 24 años o más;
- Ha retrasado su entrada a la universidad por lo menos un año después de haber cursado la preparatoria o el bachillerato;
- Tiene personas a su cargo (padres mayores, hermanes, u otros miembros de la familia);
- Es padre soltero o madre soltera;
- Tiene un empleo de tiempo completo;
- Es económicamente independiente;
- Es veterane o miembre de las fuerzas armadas;
- No tiene techo o corre el riesgo de no tenerlo;
- Es huérfane;
- Está en régimen de acogida, es dependiente, o está bajo tutela judicial desde los 13 años;
- Es une menore emancipade;
- Es une estudiante que no vive en el campus;
- Está inscrito en un programa ocupacional sin título;
- Está asistiendo a la universidad de tiempo parcial;
- Es une adulte con necesidades de aprendizaje especiales;
- Es beneficiarie del GED o del certificado de finalización de estudios;
- Es estudiante de universidad de primera generación;
- Es la primera generación en los Estados Unidos;
- Es une estudiante de inglés; o
- Es une trabajadore desplazade.
Les estudiantes de universidad no tradicionales no empiezan en el mismo lugar. Se enfrentan a problemas críticos relacionados con la participación en la universidad y, en última instancia, con el éxito universitario. Los problemas críticos son susceptibles a cambio o intervención en varias etapas de la vida universitaria de le estudiante. Estos problemas críticos incluyen, entre otros, los siguientes:
- Estrategias para gestionar las demandas de tiempo que compiten entre sí;
- Dificultad para navegar por entornos institucionales confusos;
- Compresión clara de la cultura universitaria;
- Servicios de transición para estudiantes “no tradicionales”;
- Sistemas de apoyo bien informados;
- Barreras personales;
- Restricciones imprevisibles en sus horarios;
- Las prioridades de une empleade inscrite en la universidad;
- El pago de la universidad;
- Pertenencia a prácticas, organizaciones, o licencias profesionales; o
- Habilidades básicas poco desarrolladas y educación correctiva.
Está bien sentirse ambivalente respecto a la educación superior, a sus muchos requisitos, y a estar fuera de lugar. Es necesario tomar tanto tus recursos como experiencias y convertirlos en objetivos y en ambiciones. Convertir las dudas y los retos en oportunidades, te ayudará a desmitificar las normas y los procesos para ser une estudiante de universidad “exitose”.
¿Une estudiante no tradicional elige el mismo entorno universitario que une estudiante tradicional?
Los datos del Centro Nacional de Estadísticas Educativas (NCES, por sus siglas en inglés) —la principal entidad federal para la recopilación y el análisis de datos relacionados con la educación—, reportaron que más del 30% de les estudiantes de pregrado son estudiantes no tradicionales y el 58% asistió a la universidad a tiempo parcial durante el año académico 2019-2020. Según el Centro para el Éxito Postsecundario y Económico (CLASP, por sus siglas en inglés), el 51% de les estudiantes de pregrado se clasifican como estudiantes independientes. Solo puedes calificar como estudiante independiente para la ayuda financiera federal (FAFSA, por sus siglas en inglés) si tienes al menos 24 años de edad (fafsa.ed.gov). La independencia financiera, combinada con el costo ascendente de asistir a la universidad, está resultando en un número creciente de estudiantes a tiempo parcial en las universidades. El pago de la universidad puede ser una combinación de ayuda financiera federal, estatal, o institucional. Las becas federales Pell están disponibles durante un máximo de seis años. El GI Bill proporciona 36 meses de educación una vez que se comienza la universidad.
Un documento informativo de 2018 titulado Understanding the New College Majority (Entendiendo la mayoría en el New College), del Instituto para la investigación de políticas de la mujer (IWPR por sus siglas en inglés), reveló que el 66% de les estudiantes de universidad se consideran de bajos ingresos y tendrían que trabajar para cubrir los gastos universitarios directos e indirectos. Los datos muestran que casi la mitad de les estudiantes de universidad trabajan 20 horas a la semana o más, compaginando su carga lectiva, sus tareas, y sus responsabilidades familiares. Un poco más de la mitad de les estudiantes no tradicionales son madres o padres, el 60% de quienes crian a sus hijes por sí mismes son mujeres, y las mujeres de color son especialmente propensas a ser estudiantes con hijes. Al igual que las madres estudiantes, los padres estudiantes también tienen dificultades con las finanzas y el cuidado de sus hijes.
La investigación preparada por el Centro Nacional de Estadísticas Educativas en 2018, Working Before, During, and After Beginning at a Public 2-Year Institution (Trabajar antes, durante, y después de empezar a estudiar en una institución pública de dos años), mostró que la independencia financiera influye en los patrones de asistencia y sugiere una tendencia en la selección de la universidad por parte de les estudiantes no tradicionales. En el resumen: el 28% de les estudiantes empleades mientras asistían a la universidad de 2 años se consideraban a sí mismes como une “empleade inscrite en la escuela”, comparado con el 12% de les estudiantes en instituciones públicas de 4 años. Una diferencia significativa entre le “empleade inscrite en la universidad” y le “estudiante que trabaja para cubrir gastos” es la forma en que combinan el trabajo y la asistencia a la universidad. No es sorprendente que les “empleades inscrites en la escuela” trabajen de tiempo completo y asistan a la universidad a tiempo parcial; les estudiantes que trabajan asisten a la universidad a tiempo completo y trabajan de tiempo parcial.
Analizando los datos del NCES sobre los patrones de asistencia a la universidad en el otoño de 2019, en las universidades de 4 años, tanto públicas como privadas, más del 85% de estudiantes inscrites a tiempo completo eran adultes jóvenes (menores de 25 años). Estos datos no eran los mismos para las universidades privadas con fines de lucro, donde les adultes jóvenes representaban alrededor del 34% de la población estudiantil. Les estudiantes mayores de 24 años tienden a elegir universidades privadas con fines de lucro de 4 años. En las universidades de 2 años se observa la misma tendencia: aproximadamente el 80% de les estudiantes que asisten a las universidades públicas de 2 años y el 51% de les estudiantes que asisten a las universidades privadas de 2 años, eran adultes jóvenes y el 20% tenía más de 24 años. Una vez más, las universidades privadas con fines de lucro estaban compuestas por más estudiantes no tradicionales. Les estudiantes mayores de 24 años representaban más del 50% de su población estudiantil.
Según los datos del NCES, les estudiantes mayores de 24 años representaban el 40% de les estudiantes a tiempo parcial en las instituciones públicas de 4 años; casi el 60% de les inscrites a tiempo parcial en las instituciones privadas sin fines de lucro; y más del 80% de les estudiantes a tiempo parcial inscrites en las instituciones de 4 años con fines de lucro. En las universidades de dos años, el 37% de les inscrites en universidades públicas tenía más de 24 años, y el 61% en las privadas tenía más de 24 años. En las universidades privadas con fines de lucro de 2 años, el 67% de les estudiantes a tiempo parcial eran mayores de 24 años. Les estudiantes de universidad no tradicionales se concentran en las instituciones públicas de 2 años.
Les estudiantes no tradicionales de ayer se están convirtiendo en les estudiantes de hoy y traen consigo un conjunto diferente de experiencias y expectativas. Les empleades que estudian dicen estar interesades en asistir a la universidad para adquirir habilidades que mejoren sus puestos o sus oportunidades de trabajo futuras. En el informe Work First Study Second (Trabaja primero, estudia después), el 80% de les empleades que trabajan declararon haberse inscrito en la universidad para obtener un título o credencial.
Según la investigación, les estudiantes no tradicionales son más propenses a mostrar las siguientes preferencias/comportamientos que les estudiantes tradicionales:
- Asistir a colegios comunitarios;
- Trabajar para obtener un título de grado medio y certificados de formación profesional;
- Especializarse en campos ocupacionales como la informática, los negocios, o los campos profesionales/técnicos; y
- Estudiar menos cursos de ciencias del comportamiento y educación general.
La población de estudiantes no tradicionales se está convirtiendo rápidamente en la nueva mayoría. Hay una presencia cada vez mayor de estudiantes negrxs y latinxs, junto con les que reciben becas Pell en los colegios comunitarios debido a su asequibilidad y flexibilidad. Los colegios comunitarios son puntos de acceso con apoyos y servicios “listos para le estudiante”. Sin embargo, les estudiantes de universidad no tradicionales, no completan sus títulos en seis años tan bien como les estudiantes tradicionales. Es muy importante que les estudiantes reciban apoyo desde el comienzo de su inscripción en la universidad.
Puentes en lugar de muros para terminar la universidad
Los análisis revelan que la mayoría de les estudiantes no siguen el camino tradicional: 2 años para un título de grado o 4 años para una licenciatura. El tiempo medio de obtención de un título es más largo porque les estudiantes empiezan tarde, se inscriben a tiempo parcial, cambian de institución, o abandonan los estudios —a menudo como respuesta a obligaciones familiares y laborales. El Informe Signature del National Student Clearinghouse Research Center College informa sobre las tasas de finalización de estudios. Casi uno de cada cuatro graduades de universidad termina en una institución diferente. Les estudiantes a tiempo parcial mayores de 24 años presentan una tasa de finalización más alta que la de les estudiantes a tiempo parcial de cualquiera de los dos grupos de edad más jóvenes.
Los caminos hacia el éxito son diferentes para cada persona y afectan el tiempo de obtención de un título para les estudiantes de instituciones públicas de dos y de cuatro años. Es fundamental redefinir el éxito al navegar por la educación superior. Les estudiantes de universidad asisten a múltiples instituciones. Las transferencias inversas, es decir, les estudiantes que comienzan en una institución de cuatro años y luego se transfieren a una de dos años, se han vuelto más comunes. Solo un tercio de les estudiantes independientes obtienen un título o certificado en seis años. Les estudiantes independientes tienen casi un 70% menos de probabilidades de graduarse con un título o certificado dentro de los 6 años de inscribirse en la universidad —33% frente al 56%, IWPR, 2018. Los programas de extensión y los servicios de apoyo, como el programa federal TRIO, aumentan las tasas de ingreso a la universidad, la persistencia, y la finalización entre les estudiantes de bajos ingresos, de primera generación, y con capacidades diferentes. El estudio Beginning Postsecondary Study (Empezando los estudios portpreparatorianos) descubrió que el 9% habrá alcanzado una licenciatura y el 38% habrá obtenido algún tipo de título o certificado a los 6 años de haberse inscrito por primera vez. Otro 13% seguirá inscrito y el 49% no estará inscrito y no habrá obtenido ningún título o certificado.
Los recursos para les estudiantes que empezaron la universidad y la abandonaron antes de completar un título o certificado (Some College, No Credential [Algo de estudios, sin título, SCNC por sus siglas en inglés]) han crecido. Les estudiantes negrxs, latinxs, y nativo-americanes están sobrerrepresentados en la población de SCNC. Mientras que les estudiantes latinxs tienen más probabilidades de seguir inscritos 6 años después de iniciar que otros grupos, la tasa de finalización de les estudiantes latinxs fue del 47% en comparación con el 63% para les estudiantes blancxs y les asiáticxs, según Excelencia in Education (The Condition of Latinos in Education: 2015 Factbook, [La condición de les latinxs en la educación: Datos de 2015]). Esto no implica que la obtención de un título sea la única forma en que les estudiantes pueden beneficiarse de la educación superior. Les estudiantes no tradicionales combinan la experiencia laboral y la realización de cursos superiores para mejorar su capacidad de posicionarse en el mercado laboral de formas que aún no son posibles para sus homólogos tradicionales que no han comenzado una carrera.
Desde la pandemia, el número de estudiantes de universidad ha disminuido en todos los sectores institucionales y en todos los grupos de edad. Las universidades públicas de dos años siguen siendo el sector más afectado. Les estudiantes adultes (mayores de 24 años) experimentaron el mayor descenso relativo este otoño. Les estudiantes universitaries blancxs, negrxs, y nativo-americanes disminuyeron más que otros grupos raciales y étnicos de EE. UU., cada uno de ellos entre el 4.4% y el 5.1%. Les estudiantes latinxs y asiáticxs disminuyeron a la mitad de esas tasas (-2.4% y -2.2%, respectivamente).
La pandemia también amplió las barreras de transferencia, financieras, de programación, de asesoramiento, de calificación, y pedagógicas. El dolor y la pérdida en la pandemia tuvieron un impacto en la salud mental que ha hecho que les estudiantes abandonen o tomen un descanso de la universidad por su salud mental. Algunos de los resultados positivos de la pandemia fueron el aumento de las clases en línea para les estudiantes que dejaron de asistir, las universidades eliminaron o hicieron que los exámenes fueran opcionales para abordar el racismo sistémico dentro del proceso de admisión, y el estímulo en el activismo en cuestiones de justicia social.
¿Por qué importa la composición demográfica?
Si hablas con personas que fueron a la universidad hace 10, 15, 20, o incluso 40 años, escucharás historias similares sobre cómo fueron sus experiencias universitarias. Los sistemas universitarios y las bases estructurales no han cambiado mucho respecto al pasado. El cambio que se está produciendo es en la demografía de les estudiantes y en sus necesidades/expectativas. Es importante que les estudiantes se den cuenta de que cada universidad tiene programas de calidad, servicios, y apoyos culturalmente sensibles a su propia cultura. Encontrar una correspondencia cómoda entre las expectativas de les estudiantes y las expectativas de la universidad es esencial para el éxito de les estudiantes. Observar la demografía puede ayudar a les estudiantes a pensar en qué tipo de necesidades estudiantiles influirían en la selección de la universidad y cómo eso se relaciona con sus necesidades individuales. Por ejemplo: les estudiantes que trabajan pueden necesitar ofertas de cursos más flexibles que se alíneen con sus horarios de clase convenientes. Les estudiantes pueden tener experiencia laboral o transferencias de créditos para satisfacer las credenciales y terminar sus títulos. En el caso de les estudiantes que no viven en el campus, puede tratarse de una cuestión logística de transporte asequible y confiable. Además, el estudio de la demografía en la selección de universidades puede ayudar a les futures estudiantes a comprender que hay muchos caminos hacia la universidad. Les empleadores pueden ofrecer ayudas para la colegiatura, las tasas de intereses, y los libros. En definitiva, la universidad es una ecuación dinámica. Reconocer las expectativas de las necesidades de le estudiante (financieras, de admisión, y culturales) y la capacidad de la universidad para satisfacer dichas necesidades es un factor importante para el éxito universitario de le estudiante.
Las universidades con un mínimo de 25% de población estudiantil latinx, consideradas una Institución de Servicio Hispano (HSI, por sus siglas en inglés), son un camino hacia el éxito universitario y profesional para fomentar el éxito de les estudiantes latinxs. Según Excelencia in Education, una organización sin fines de lucro fundada y dirigida por latinxs, las HSI aceleran el éxito de les estudiantes latinxs al abordar las necesidades, experiencias, e identidades interseccionales de les estudiantes. Actualmente, en Oregón, tres instituciones están designadas como “Instituciones emergentes de Servicio a los Hispanos” (eHSI): la Universidad Estatal de Portland, la Universidad del Oeste de Oregón, y la Universidad de Oregón. En estas instituciones, les estudiantes hispanes representan entre el 15% y el 24% de total de estudiantes. Otro hito en el aumento de la graduación universitaria es la ley HB 2871, aprobada en 2019 por la legislatura de Oregón, para mejorar la asequibilidad de los materiales en los cursos e impactar positivamente en el éxito de les estudiantes.
Barreras para el éxito universitario
Las barreras financieras en la educación superior incluyen la colegiatura, las cuotas, el alojamiento, y la comida. Navegar por los estereotipos, el miedo interno, las dudas, y las suposiciones, es parte de la supervivencia y una forma de vida en la universidad. “¿Se supone que debo estar aquí?” o “¿Soy lo suficientemente inteligente?”
Les estudiantes puede sentir que están entre dos mundos, y experimentar la presión de asimilarse a la clase media y de salvar la distancia entre la universidad y la familia contra los valores culturales de humildad y trabajo duro. Es difícil equilibrar el tirón de la responsabilidad familiar y el empuje de los estudios. La clase familiar y social influye en las áreas académicas de estudio que elige le estudiante. Para les estudiantes que trabajan de tiempo parcial o completo, la oferta y la secuenciación de los cursos puede impedir que se mantengan en el camino. La sobrecarga de trabajo limita la participación en el trabajo en grupo, las actividades co-curriculares, y los hábitos de estudio. Les estudiantes se enfrentan al racismo y a las microagresiones así como a la desconexión entre sus identidades culturales y las instituciones de educación superior occidentales.
Con les navegadores del campus, les estudiantes pueden acceder a los servicios, hablar sobre las necesidades laborales, las opciones educativas, las crisis de salud mental en el campus, la presión de une misme, de la familia, del costo de la educación superior, y de la necesidad de terminar rápidamente. Es útil encontrar a profesores, compañeres, y mentores que comprendan y puedan ayudar a crear un sentido de comunidad. Las conexiones y redes personales, el saber cómo solicitar adaptaciones para los exámenes, y la elección de cursos en los que es probable que tengas éxito, son formas de tener éxito.
Esquema del libro de texto
Nuestro objetivo en este libro es proporcionar herramientas y estrategias para apoyar el acceso a la universidad y el éxito de les estudiantes. Este material adopta una perspectiva de equidad educativa y un marco basado en los recursos. El marco de la equidad proporciona el acceso a la universidad y la inclusión; aborda las necesidades académicas de les estudiantes y las barreras a las que se enfrentan. Los colegios y las universidades no se diseñaron teniendo en cuenta la evolución de la población estudiantil universitaria, y dan forma a las desigualdades que experimentan les estudiantes. En lugar de centrarse en las suposiciones y generalizaciones que culpan a les estudiantes de fracasar ignorando sus circunstancias y barreras, un enfoque basado en los recursos valora los puntos fuertes de les estudiantes centrándose en concebirles como capaces y merecedores tanto del éxito como de las oportunidades universitarias. Otra perspectiva es un enfoque colectivista en lugar de una visión individualizada de la perseverancia. Nadie tiene éxito por sí misme. Para completar con éxito la universidad, la determinación individual no es suficiente: se necesitan puentes institucionales tales como mentores y asesores para navegar por la experiencia universitaria y crear un sentido de pertenencia.
La estructura del libro sigue un enfoque de curso vital que abarca desde la inscripción hasta la graduación pasando por la preinscripción, asesoramiento, puntos de estrés (primera serie de finales), orientación, transición (graduación), apoyo académico, navegación por el campus, gestión del tiempo/habilidades de estudio, ayuda financiera, y exploración de la carrera. Intencionadamente, invitamos a les estudiantes a mirar sus propias historias, relatos, sus propios legados, y la riqueza cultural de la comunidad que les preparan para una educación universitaria. El modelo de riqueza cultural comunitaria de Tara Yosso (2005) se centra en el conjunto de recursos que poseen les estudiantes no tradicionales, tales como los capitales aspiracionales, familiar, lingüístico, de navegación, de resistencia, y social. Les estudiantes traen consigo a su entorno universitario sus talentos y fortalezas —como la resiliencia y la ambición— y un historial de superación de las dificultades sobre los cuales construir. El objetivo de utilizar un lenguaje inclusivo es afirmar la raza, el origen étnico, la situación migratoria, el género, la orientación sexual, y las capacidades diferentes. Hemos utilizado las ideas de les autores combinadas con fuentes académicas sobre la elección de palabras.
Esperamos que este plan contribuya a tu éxito universitario.
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Online Learning: Secrets and Strategies for Success. Autoría de: Dave Dillon. Localizado en: https://www.3cmediasolutions.org/privid/269380?key=c8044911ff1ddafd7c6feaad679d524bffb69ddd Licencia: CC BY: Attribution.
(included in above video): Chem 60 Welcome Video Featuring a Special Guest. Autoría de Dr. Benny Ng. Localizado en: https://www.youtube.com/watch?v=0JnBTvVkfZc. Licencia: Todos los derechos reservados. Términos de la licencia: Licencia estándar de YouTube.
A Different Road To College: A Guide For Transitioning To College For Non-traditional Students. Autoría de: Alise Lamoreaux. Localizado en: https://openoregon.pressbooks.pub/collegetransition/front-matter/introduction/ Licencia: CC BY: Attribution.
Adaptaciones: Se removió video del curador, reformateado, se removió imagen, se reubicó “Why I Wrote This Book” al prefacio.