Nota del coordinador del proyecto

Matías M. Trejo De Dios

En julio del año 2018 me encontraba en Sevilla con la misión de encontrar pistas sobre el pasado de Oregón, intentando contactar con personas expertas en la historia de las Américas y relacionadas con los archivos que guardan y preservan los documentos de la época colonial. Tres buenos amigos conocedores de la vida de la capital andaluza y de sus gentes, Pablo Martín Pascual, Jesús Jordano Fraga y David Cox, me pusieron en contacto con la investigadora Olga Gutiérrez, a la cual me presenté como Comisionado del Patrimonio del Estado de Oregón y como director del Instituto de Cultura Oregoniana, con la intención de relatarle la falta de referencias históricas sobre ese período de más de dos siglos y medio de los actuales estados de Oregón y Washington. Su interés y compromiso fue inmediato, pareciéndole el proyecto cautivador, y tras una primera reunión le encomendé la tarea de tratar de identificar y localizar la documentación que conforma este apasionante estudio. Tras varios meses de intenso trabajo de investigación, Olga Gutiérrez me envió un documento que compilaba todo el material que había conseguido encontrar en los archivos históricos españoles.

Con gran emoción constaté que el texto documentaba un período de más de doscientos cincuenta años de historia, entre los años de las primeras expediciones españolas a la costa del Pacífico estadounidense, a mitad del siglo XVI, hasta la firma del Tratado de Adams-Onís, en 1819, de lo que hoy se conoce como los estados de Oregón y Washington. En estas costas quedaron vestigios de una época legendaria, conservados fundamentalmente en la tradición oral de los pueblos originarios, en los nombres hispanos de diferentes emplazamientos que aún perduran y también en escasos hallazgos arqueológicos. Pero, además de estos relatos y de la toponimia de algunos lugares, afortunadamente gran parte de esa historia quedó registrada tanto por las tripulaciones hispanas de los navíos que, mientras exploraban las costas, redactaron diarios de navegación y levantaron planos y mapas, como en la correspondencia, los documentos y la cartografía oficial elaborada por las autoridades al servicio de la Corona española, siendo el destino final de toda esa formidable documentación los archivos hispanos, y especialmente el Archivo General de Indias en Sevilla, España.

Tras leer el texto original, notifiqué a todas aquellas personas interesadas en esta aventura la existencia de este interesantísimo e ingente fondo documental a través del cual se podría recuperar la historia de la presencia hispana en Oregón. Tras la identificación, la transcripción de la documentación y la síntesis de las fuentes primarias localizadas en los archivos españoles, así como el estudio de la bibliografía especializada, el profesor Jaime Marroquín comenzó a trabajar con Olga para editar esta historia, para evaluar lo mejor posible las fuentes y todas las evidencias recopiladas y tratar de narrar con amenidad y concisión todos aquellos acontecimientos ocurridos desde los primeros viajes exploratorios de las naos hispanas por estas costas hasta la firma del Tratado de Adams-Onís, subrayando, además, la importancia del virreinato de la Nueva España, hoy México, para el acúmulo de recursos, experiencia y personas necesarios para llevar a cabo todas las exploraciones hispanas de las costas septentrionales del Pacífico.

Para completar esta historia y poder interpretar correctamente los hechos del pasado nos pareció también necesario contextualizar las fuentes seleccionadas e interrelacionar los acontecimientos descritos por los hispanos con la tradición oral y los relatos transmitidos de generación en generación entre los pueblos indígenas. Esa importante interrelación fue auspiciada y llevada a cabo por el profesor antropólogo de la Universidad del Estado de Oregón y miembro de la Confederación de Tribus del Grand Ronde, David G. Lewis, quien, además de revisar y actualizar la obra para dimensionarla y representar en ella adecuadamente a las tribus referenciadas a lo largo de este estudio, también analizó el efecto que tuvo en ellas aquella primera etapa colonizadora, desde 1543 hasta 1819.

Teníamos ya la obra y fue el momento de pensar en publicarla; esto fue posible gracias a la generosa intervención de Kathy Cassity, la decana del Colegio de Artes Liberales de la Universidad de Western Oregon, quien hizo posible que el libro fuera coeditado por la Universidad y por el Instituto de Cultura Oregoniana. La edición de la obra contó con la invaluable ayuda de Sue Kunda, bibliotecaria de WOU, quien no solo aceptó coeditar el libro con el profesor Marroquín Arredondo, sino que tuvo la muy acertada idea de publicarlo en Pressbooks, la plataforma de Open Oregon Educational Resources.

Gracias a las universidades,  a las instituciones oficiales y a las personas amantes de la historia que nos han animado durante el proceso de investigación y de redacción de esta obra, que trata de recuperar las diferentes crónicas de los hechos acontecidos y reivindicar que se inscriban y comprendan en su contexto histórico, a fin de poder estudiar así este interesantísimo período de nuestra historia, alejándonos de términos simplistas o maniqueos y presentando un proyecto de futuro en el que también participen otros protagonistas de la historia temprana del antiguo Territorio de Oregón con un mismo objetivo: renovar la historiografía y explicar las particularidades de un espacio tan diverso como es el de la Costa Noroeste del Pacífico y todos aquellos acontecimientos históricos que dieron lugar a lo que somos en la actualidad, procurando una conciliación histórica que hasta ahora ha resultado imposible.

Así, con la publicación de este estudio hemos querido iniciar un proyecto de integración que rinda homenaje a todos aquellos que navegaron, habitaron y transitaron estos territorios: a las tripulaciones de las naos de los expedicionarios españoles, a los  nativos americanos que poblaban esta parte del continente, a los novohispanos,  a los británicos y rusos que se establecieron aquí para comerciar, a los estadounidenses que peregrinaron hacia estas tierras, etc. Proponemos una conmemoración de todas aquellas personas que fueron las verdaderas protagonistas del pasado de estos territorios, cuyos descendientes son las generaciones oregonianas del presente, y cuyas vivencias, en ocasiones omitidas durante siglos, constituyen la crónica de la real dimensión histórica del noroeste estadounidense.

¡Vamos adelante!

Matías M. Trejo De Dios

Director del Instituto de Cultura Oregoniana

Comisionado del Patrimonio de Oregón

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Los orígenes hispanos de Oregón Copyright © 2022 por Olga Gutiérrez Rodríguez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional, excepto cuando se especifiquen otros términos.

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